lunes, 24 de septiembre de 2018

El proceso

Desde que se fue, todos los días intento dejar de amarla, como si olvidarla fuese una especie de ejercicio que solo con la práctica se hará posible. Dejar de pensarla, arrancarla de mi piel. Sé que sucederá, lo sé,  tan solo quiero acelerar el proceso. Odio los procesos. Son tan… aburridos. Nada es claro durante el proceso. ¿La queremos? ¿No la queremos? Todo es parte de lo mismo. Es algo necesario. El sufrimiento es obligatorio cuando se amó. No puedo negar eso. Ni a ella tampoco. Quizás negar sea parte del proceso también. Lo estoy haciendo o al menos creo que lo hago. Estoy perdido. No sé en qué parte estoy realmente ¿la quiero? ¿O no la quiero? Es confuso. ¿Es esa la pregunta? No lo sé. Estoy perdido de nuevo.

Por Germán Rodriguez.


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