Éramos una mezcla imperfecta de contradicciones. De
pasiones encontradas. De miradas sin sentido. Éramos un golpe certero a la mandíbula
y al corazón. Éramos todo lo que no
debíamos ser, lo que no podíamos. Cuando el muro nos separó, cuando los puentes
cayeron decidimos que seriamos libres para volver a traicionarnos como si
aquella metáfora significara algo. Nos quemamos y no nos importó por que las
paredes ya nos habían separado. Ya nada importaba realmente. El tiempo ya había
retrocedido y nos miraba de reojo. Nos escupía recuerdos que ya no viviríamos.
La realidad nos acobardó. Tuvimos miedo de ayudar al destino y nos quebramos.
Morimos mil veces y lloramos otras tantas. Nos hablamos al oído susurrando
tristeza prometiéndonos a nosotros mismos y al absurdo tiempo que algún día, en
algún lugar volveríamos a encontrarnos y
derrumbaríamos, de una vez por todas, nuestros propios mundos.
lunes, 20 de marzo de 2017
sábado, 18 de marzo de 2017
Estacion AZ
Me
enamore de ella en una noche de borrachera en la que honestamente todo salió
mal. Aun recuerdo el azul de sus ojos acorralándome en la cocina. Una vez más deje
que mis impulsos actuaran. Mala decisión. A veces pienso que el tiempo creo un
espejismo y nada realmente sucedió. Todo
fue, por decirlo de una manera implícita, improvisado. Inventábamos una
historia que no sucedería y aun hoy, a
escondidas, mientras recuerdo la culpa en tus ojos, sigo repitiendo aquel
libreto por si alguna vez, por alguna casualidad, te acuerdas de mí.
martes, 14 de marzo de 2017
Centella
Un
destello azul tiñó el mar solo para nosotros. Para que nuestros corazones perversos e indomables puedan iluminarse. Sus ojos, inconsecuentes con su
mirada, reflejaban la violencia con la que nos definiríamos algún día. Sentí el
dolor en sus palabras como un beso en la garganta. Esa noche los sinónimos se acumulaban en mi boca sin dejar palabra alguna que
describa mis sentires. Una mudez digna de un glosario de sensaciones ciegas.
Temblamos juntos de miedo, de vergüenza. Aquella luz nos había cambiado, en un
segundo nos había golpeado de una manera brutalmente real. Ya nada era lo
mismo. Los muelles nos invitaban a saltar, la luna jugaba a ser sol, las palabras se desvanecían
indecorosas. Todo era como debía ser.
Entonces lo hicimos, tomamos el respiro necesario y lo
hicimos. Corrompimos esa pequeña negación consecuente a nuestra juventud,
finalmente fuimos felices.
lunes, 6 de marzo de 2017
Centro
Me
sentía bien al saber que ella no era la indicada. Que pese a nuestras pasiones
acabaríamos por despedazarnos parte por parte como lobos hambrientos. Pensé en
escribir sobre eso. Creo que lo estoy haciendo en este momento. Perdón, creo
que no estoy siendo honesto. No podría siquiera intentarlo. ¿Y si Acaso si era
la indicada? Pienso que debería escribir sobre eso también. Creo que no lo
estoy haciendo en este momento. Tan solo estoy hablando de escribir. ¿Lo era?
Pues yo creo que sí, sino no estaría escribiendo sobre ella en este momento. Si
es que lo estoy haciendo, claro. Estoy escribiendo sobre ella aunque el asunto
soy yo. ¿No debería escribir sobre mí mismo?
Todos
escriben sobre sí mismos. Tal vez tenga que hacerlo, quizás yo no era el
indicado para ella, ni para estas lineas.
domingo, 5 de marzo de 2017
Serendipia
Ella
rompió la carta frente a mí como si no le importaran las palabras. Cuatro fueron
los pedazos. Dijo que no le gustaban los regalos. Me escupió sin saberlo, pero
tampoco importó
¿Realmente es tan divertido tener el control?
¿Realmente es tan divertido tener el control?
Volví
a escribir otra carta. Esta vez la guardé. Caminamos a la par casi sin
hablarnos. Ella sonreía a los extraños. Tan solo recuerdo que hacía mucho
calor. Tomé la carta de mi bolsillo y la arrojé al mar. ¿Qué tiraste? Me preguntó.
No supe que responder. A veces los sueños tardan en despertar. Desde ese día no
la volví a soñar.
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