Me he ahogado. He estallado. Me
he quebrado en cientos de pedazos y, aun
así, he sobrevivido. Aquí estoy. Tan imperfecto como al principio. Como si
ningún huracán me hubiese arrollado y créanme que lo ha hecho. Las tormentas
pasan, los pedazos se vuelven a unir. Algunas cicatrices quedan. Supongo que de
ellas aprendemos. Algunos amores tan solo llegan para marcharse. Así debe ser.
Luchar es en vano. Hay algo de hermosura en eso. Nos mantiene vivos en cierta
forma. Siempre y cada vez duele. No voy a mentir al respecto. Todos me han
hecho llorar, pero el tiempo me enseñó que sobreviviré. Que no me ahogaré, a pesar
de todo, estaré aquí. Solo queda entenderlo y seguir. Unir los pedazos y
seguir. Supongo que eso es el arte después de todo.
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