Amigos,
compañeros, hermanos, socios, roommates, crikes, hay gente que entra en tu vida
para cambiarla, revolucionarla, entran para darla vuelta y darte un cachetazo
de realidad. Entran para enseñarte que no sabías nada y que los grandes hombres
no solo se encuentran en los libros o en la televisión, a veces los tenes al
lado y no te das cuenta.
Por
eso, solo quiero decirles gracias por cruzarlos, por la extraña simetría que
nos unió. Gracias por el futbol con el sol cayendo, por los metegoles, el truco
y las apuestas perdidas. Por las risas y los enojos. Por las comidas comunitarias
y las mal cocinadas también. Por compartir un pedacito de nuestras vidas juntos,
por convidarme un pedacito de ustedes . Porque juntos recorrimos un
laberinto de cambios y encontramos la salida sin querer salir.
Suelo
escribir para poner en perspectiva mi vida, mis logros, mis amoríos y hasta mis
frustraciones pero esta vez, es diferente, lo hago por otro motivo, para
recordar, para algún día leerme y saber que la vida es apenas una sucesión de
momentos y depende de nosotros como los vivimos. Y aunque nos pongamos viejos
y nos olvidemos los detalles de nuestros
rostros y ya no sepamos distinguir algunas de las imágenes que ahora vemos con tanta claridad,
les agradezcò por hacer nacer uno de los mejores recuerdos de mi vida.