Voy a construir
un mundo en el que no estés, al que no puedas entrar, ni siquiera en mis
recuerdos. En el que pueda encerrarme conmigo mismo. Sin preocupaciones, ni
falsas esperanzas. Donde pueda ser honesto mintiéndome a mi mismo. Un lugar
efímero sin horas, ni segundos, ni minutos, que durara para siempre.
Pero
también voy a construir un mundo solo para ti, en el que nadie más pueda
entrar, un mundo de amor y perdones eternos, donde puedas pasar el tiempo lejos
de todo lo que alguna vez te haya hecho mal. Un mundo imperfecto y libre del
cual solo tu tendrás la llave y espero algún día me dejes entrar.
Por Germán Rodriguez