viernes, 23 de junio de 2017

Magos


Juntos somos magia, por separado apenas un truco barato. - dijo antes de desaparecer.



lunes, 5 de junio de 2017

Dos años en el camino

Dos años en el camino. Viajando, animándome. Dos años en los que no ahorré para una casa, ni aporté para mi jubilación. Dos años en los que no me compré un auto, ni fui a la oficina todos los días a ver personas que detestaba y a  cumplir un horario que apenas me dejaba tiempo para mí. Dos años en los que no fui papa, ni formé una familia y tal vez decepcioné a la mía por eso. Dos años en los que viví diferente, en los que caminé raro, disparejo, a puro tropiezo, cargando en la espalda apenas un par de remeras, unas zapatillas sucias y miles de recuerdos y enseñanzas.  Dos años conociendo gente increíble, recorriendo rutas, rodovias, carreteras, saboreando nuevas y extrañas comidas, aprendiendo idiomas que apenas puedo recordar, cumpliendo sueños que ni siquiera sabía que tenía. Y de esto último creo que se trata viajar, al menos para mí, de alcanzar metas que aún no nos hemos planteado, de cumplir sueños que aún no hemos soñado. Dar un paso real, tangible a lo desconocido. A un nuevo paisaje, a una nueva pasión. El salto ese del que todos te hablan pero pocos se animan a dar, se trata de  vivir distinto, al menos un ratito. De cansarte de mirar el mar y no el celular. De cambiar de profesión, de amigos y de domicilio cada 3 meses. De normalizar situaciones que creías utópicas y encontrar en esa simpleza y en ese desarraigo el disfrute. Encontrarte en cada mirada con vos mismo, porque al fin y al cabo tú eres tu propio compañero de viaje.

Sentir los ojos brillar al hablar sobre los países que recorriste, por las casas donde paraste, las personas que abrazaste o a las que dejaste entrar en tu corazón. Sabiendo que un día vas a volver, siendo otro pero el mismo. Cargando irresponsablemente el peso de una vida lejos de casa.

Por German Rodriguez