sábado, 14 de enero de 2017

Ahora y Siempre

Tantas vidas he vivido que morir no seria jamás el fin. El agua sigue retrocediendo junto a tu mirada y tus pies siguen sin poder mojarse.
Que incipiente la razón incorrecta que nos unió en este remolino que preludia lo imposible. Aún así, fue bello conocerte aunque quizás nunca vuelva a tomar tu mano o sentir tus labios sobre mis mejillas. Tal vez jamás vuelva a sentir tu mirada, ni el desliz de tus cabellos. Igualmente aquel momento es eterno en mí.
Ojos que se encuentran y miradas que se pierden en un mar de desconsuelo y bondad. Hemos sufrido tanto para encontrarnos y aún así estamos destinados a perdernos.
Nos deleitamos en el crimen de nuestros pecados por habernos equivocado de realidad y de excusa. No supimos huir a tiempo porque olvidamos dar cuerda a nuestros corazones. Nos olvidamos de nosotros mismo por un rato. Fuimos amantes desconocidos y  primerizos.  

Fuimos todo y nada. Somos nunca y siempre.

Tantas palabras mudas y sentimientos sordos se abrazaron frente a nosotros. Las propias analogías dejaron caer sus disyuntivas a nuestros pies. Derrumbamos todos nuestros conceptos para poder ser felices y escondernos de las propias convicciones. Pudimos sentir nuestras falencias tan reales que ya no importaban, pudimos abrazarnos tan fuerte que no lo sentimos.


Olvidamos todo para poder recordarlo.



Por Germán Rodriguez

No hay comentarios.:

Publicar un comentario