miércoles, 14 de marzo de 2018

La carrera

La comida cae desde el barco y la carrera comienza. Media docena de niños de no más de ocho años reman con todas sus fuerzas a través del río más peligroso del mundo en busca del premio mayor: el almuerzo. Sus expresiones osilan entre desesperación y la rudeza. Las bolsas no son muchas y si el nudo resiste nada se va a mojar. La corriente los ayuda a llegar. El barco arroja una bolsa más, y un nuevo competidor entra en juego. Una niña de entre 5 y 6 años decide nadar desde la otra orilla haciéndole frente al monstruo de acero y se hace con la última entrega. Ellos no sueñan con caramelos, ni chocolates. Mas bien con la quentinia del día. No hay aforismos didácticos que lo expliquen muy bien, pero a veces suficiente comida no es suficiente.

Por Germán Rodriguez

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