Piénsame. Imagíname.
Dibuja con tus recuerdos mi barba crecida, mis ojos pardos y el pelo ondulado y
enredado cayéndome sobre la cara. Recordemos juntos. ¿Ya tienes la imagen? ¿La
puedes ver con claridad? Esa imagen tan irreal, ese empolvado recuerdo plagado
de amor y dolor, repleto de aventuras y tristezas, va a ser la única manera en la que me tengas de nuevo,
en la que vuelva a ser tuyo para siempre. Hoy el desafío es olvidar, borrar de
mi cabeza tu figura, tus ideas, tus contradicciones. Sacarte de mis pensamientos.
¿Crees que puedes ayudarme con eso? Tomemos aire. Respiremos de nuevo y exhalemos
los recuerdos. Perdámoslos. Quememos nuestra vida juntos como lo hicimos con
nuestros corazones, porque el fuego y el olvido a veces son la misma cosa.
Por Germán Rodriguez.
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